Más de 2 millones de personas contrajeron la enfermedad durante los siete primeros meses del 2019 y 723 fallecieron, de acuerdo con los datos recabados por la última actualización epidemiológica de la OPS.
El estudio destaca que el número de casos es superior al total comunicado en 2017 y 2018, pero menor al registrado durante el periodo 2015-2016.
Según afirma el director del Departamento de Enfermedades Transmisibles y Determinantes Ambientales de la Salud de la OPS, Marcos Espinal, “la región atraviesa un nuevo periodo epidémico de dengue con un incremento notable de casos”.
Espinal destacó que la situación en la región se complicó por una serie de factores como el clima, la mala gestión ambientaly la alta capacidad de adaptación del mosquito transmisor de la enfermedad, el Aedes aegypti.
El causante del dengue es un virus que tiene cuatro serotipos distintos y todos ellos circulan en las Américas.
Mayor número de casos en niños y adolescentes
Otro de los factores importantes del actual brote epidémico es su alta incidencia en personas menores 15 años. Por ejemplo, en Guatemala suman el 52% de los casos de dengue grave, en tanto que en Honduras conforman el 66% de las muertes confirmadas por el padecimiento.
Los diez países más afectados por el dengue, según la cantidad de nuevos casos por cada 100.000 habitantes, son Nicaragua, Brasil, Honduras, Belice, Colombia, El Salvador, Paraguay, Guatemala, México y Venezuela.
Es esencial eliminar los criaderos de mosquitos
Esta delicada situación lleva a la OPS a instar a todos los sectores de la sociedad a hacer el máximo esfuerzo para suprimir los criaderos de mosquitos, en especial los que se encuentran dentro y alrededor de los domicilios.
“El dengue es un problema de saneamiento doméstico y comunitario”, indicó el asesor regional de dengue de la OPS, José Luis San Martín. “La forma más efectiva de combatirlo es eliminando sus criaderos para evitar que se reproduzca el mosquito, porque sin mosquitos no puede haber transmisión”, remarcó.
San Martín pidió a la totalidad de la ciudadanía “que se deshaga de cualquier objeto en desuso que pueda acumular agua, como bidones, neumáticos viejos, latas, botellas y floreros”. Esta simple acción, señaló, sirve para cortar el ciclo de reproducción del mosquito “y reducir su población en el espacio”.
También subrayó la importancia de que los profesionales sanitarios sean capaces de diagnosticar y guiar a los pacientes de forma adecuada “el manejo adecuado de pacientes es una prioridad que puede salvar vidas”. A su vez, exhortó a la población a no automedicarse y a trasladarse a un centro de salud en caso de observar indicios de la enfermedad.
Los síntomas más frecuentes del padecimiento se presentan con fiebre elevada (40 °C), dolor de cabeza muy intenso, dolor detrás de los globos oculares y dolores articulares y musculares. Los indicios que requieren atención médica urgente son dolor abdominal intenso, vómitos persistentes, respiración acelerada, hemorragias de las mucosas, fatiga, irritabilidad y presencia de sangre en el vómito.
La OPS recordó que no hay un tratamiento específico para el dengue (ni para el dengue grave), pero subrayó que su detección temprana, junto al acceso a la asistencia médica y la tutela adecuada del paciente, disminuye las complicaciones y la progresión de la enfermedad.