Graciela Méndez Reyes, integrante del Consejo de Crónica, dio lectura a la Narrativa de hechos históricos que dieron origen al Avecindamiento de La Piedad; evento en el cual se ofreció un homenaje póstumo a Javier Ortiz Rojas, quien fuera presidente del Consejo en la ciudad.
La lectura de los textos se llevó a cabo en la Escuela de Artes ante la presencia del alcalde Alex Espinoza; familiares y amigos del que fuera Presidente del Consejo de Crónica en La Piedad.
La narrativa realizada forma parte del texto que el mismo Javier Ortiz Rojas había escrito sobre el origen de La Piedad, para la realización de la Gaceta de la Crónica.
En ese documento, da cuenta del avecindamiento desde la época prehispánica, basado también en documentos históricos entre ellos el libro El Fénix del Amor del autor Alberto Carillo, quien también estaba invitado, pero que por motivos de salud no pudo estar presente.
En el texto leído se encuentra a su vez la leyenda sobre la fundación de La Piedad, que establecía que su origen de la población era náhuatl, que, en el siglo XII de nuestra era, durante su larga peregrinación, los aztecas fundaron a la orilla del río el pueblo de Zula, cuyo nombre significa lugar de codornices. También que, en 1380, las huestes de Tariácuri, rey de los purépecha conquistaron el pueblo y le pusieron por nombre Aramútaro, que significa “lugar de cuevas”. Además, que el “20 de enero de 1530, día de San Sebastián, las tropas de don Antonio de Villarroel, lugarteniente de Nuño de Guzmán, tomaron posesión del lugar, al que llamaron San Sebastián de Aramutarillo”.
En el texto se menciona que anteriormente este poblado estaba compuesto por un insignificante caserío de indios. Que en 1637 vuelve a aparecer Aramútaro con el nombre de San Andrés de Aramutarillo y su censo ascendía a 12 familias, 5 viudas, 4 muchachos, 5 muchachas. Para 1681 en un documento levantado por el Lic. Juan Manuel Martínez de Araujo tenía una población de 7 familias de indios con 32 miembros, entre chicos y grandes y para 1685, ya se conocía con el nombre de San Sebastián de Aramutarillo.
Hace mención de la aparición del Señor de La Piedad el 24 de diciembre de 1687 en la Buena Huerta de Yurécuaro, por Blas Martín Uriarte, Catalina Segura, Juan de la Cruz y Juan de Aparicio Segura. Año siguiente y después del sorteo de la imagen ésta es entregada al pueblo de Aramutarillo, pueblo de indios y recibida por don Antonio de Texeda, dueño de la hacienda de “El Potrero de Texada”, y por su yerno don Nicolás Álvarez del Castillo y es depositada en una pobre ermita situada en los terrenos de dicha hacienda y trasladada a la parroquia de Tlazazalca donde permaneció por un tiempo, entre otros datos interesantes.
Durante la narración de este texto elaborado por Javier Ortiz Rojas, autoridades municipales rindieron homenaje póstumo a este cronista quien dejó más de 40 textos inéditos en donde se narran partes históricas de nuestro municipio y a quien ofrecieron un minuto de aplausos.