Ya hay alrededor de 130.000 casos y 15.000 muertes por COVID-19 en México, país que ocupa el séptimo lugar de los diez países que han reportado a la Organización Mundial de la Salud la mayor cantidad de pacientes enfermos en las últimas 24 horas, informó el director de emergencias.
Michael Ryan, aseguró además durante la conferencia habitual de la Organización, que el país norteamericano es el número tres de la lista de 10 naciones con el mayor número de muertes desde el jueves.
“La situación de México es claramente difícil y desafiante. Un 37% de las pruebas que se están haciendo están saliendo positivas”, aseguró Ryan.
El experto recordó que la pandemia se encuentra especialmente activa en las Américas, y de una manera más intensa en América Latina.
“Son muchos países que la están sufriendo, y México es uno de ellos”, dijo.
Preguntados por una periodista mexicana que denunció sobre supuestos distintos y confusos mensajes que están siendo dados por diferentes autoridades sobre la pandemia en el país, los expertos de la Organización recordaron la importancia de la unidad nacional para enfrentar al coronavirus.
“Se necesitan mensajes consistentes de los Gobiernos a nivel nacional y local. Lo que hemos visto alrededor del mundo es que los ciudadanos se confunden cuando reciben mensajes diferentes de diferentes partes del sistema. Necesitamos alinear nuestro mensaje y asegurarnos que todos estamos trabajando juntos para asegurarnos que nuestros ciudadanos están recibiendo la mejor información posible para proteger a su familia, sus seres queridos y su comunidad”, aseguró Michael Ryan.
El director de la Organización, Tedros Adhanom Gebreyesus, recordó que este mensaje no es solo para México sino para todos los países.
“Hemos dicho muchas veces que a nivel nacional debe haber unidad a través de ideologías, partidos, o las diferencias que tengamos porque este virus explota nuestras divisiones”, afirmó.
Tedros puso como ejemplo a Finlandia, que ha puesto al partido gobernante y al opositor en la misma mesa para trabajar juntos e identificar las posibles soluciones a la situación.
“Este es el tipo de unidad nacional que es importante, y esto conlleva también a la solidaridad internacional. Cuando no hay unidad, esto afecta la ayuda internacional y es por eso por lo que llamamos a ambas. Se trata de un virus muy peligroso, que causa daños a las vidas y los medios de vida, y esto tiene que parar”, aseguró.
La batalla no ha terminado
Tedros aseguró que, aunque la preocupación disminuye en este momento en Europa, está aumentando en otras partes del planeta.
“Ni Europa está salvo, porque el virus se puede reintroducir, nadie está salvo hasta que todos estemos a salvo, es por ello por lo que la unidad y la solidaridad son tan importantes”, reiteró el director de la Organización Mundial de la Salud.
Agregó que con los casos todavía aumentando en algunas regiones aún se puede decir que “el virus apenas empieza”.
“Y seguirá causando más caos, y es por eso por lo que tenemos que luchar contra el entre todos”, dijo.
Los efectos del coronavirus en los niños siguen siendo una incógnita
Los expertos también hablaron sobre los efectos del coronavirus en los niños durante la conferencia, y aseguraron que sigue siendo una de las grandes incógnitas de la enfermedad.
La Organización dijo que necesitan más datos para poder ayudar a los Gobiernos a tomar decisiones importantes como la reapertura de las escuelas.
La doctora María VanKerkhove señaló que hay varias investigaciones en marcha. “Creo que una de las áreas en las que tenemos una comprensión muy limitada en esta pandemia es el COVID19 en niños y adolescentes. Hay interrogantes que intentamos comprender mejor: con qué frecuencia se contagian, qué efecto juegan en la transmisión y qué papel tienen potencialmente las escuelas”.
En este último punto, disponer de más datos ayudaría a emitir recomendaciones sobre la reapertura de las escuelas, aunque insisten en que esas recomendaciones nunca podrán ser universales ya que dependen del contexto de la epidemia en la zona y factores como la habilidad para prevenir y contener brotes o si los centros pueden mantener las distancias de seguridad y otras medidas.
La Organización sí ha investigado cuidadosamente los riesgos de que las madres transmitan el coronavirus a los niños al amamantarlos y recomiendan seguir con la lactancia materna, incluso si la madre ha dado positivo ya que hasta ahora no se ha encontrado virus vivo en la leche.
“Basándonos en la evidencia disponible, el consejo de la OMS es que los beneficios de la lactancia materna superan los posibles riesgos de transmisión del COVID19. Las madres que sospechen que tienen coronavirus o lo hayan confirmado deben ser animadas a iniciar y seguir amamantando, y no ser separadas de sus bebés a no ser que la madre esté demasiado enferma”, señaló el doctor Tedros.