El sector turístico mundial puede perder entre 1,2 y 3,3 billones de dólares a causa de la pandemia de COVID-19, según estimaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo basados en tres diferentes escenarios relacionados con la duración en el tiempo de las medidas de control del coronavirus.
En el mejor de los casos, una paralización del sector de solo cuatro meses, el turismo perderá 1,2 billones de dólares, o el 1,5% del producto interno bruto mundial (PIB).
En caso de que la interrupción del turismo internacional dure ocho meses, las pérdidas alcanzarían los 2,2 billones de dólares, equivalente al 2,8% del PIB mundial, una estimación que está en línea con la que ha proyectado la Organización Mundial del Turismo.
El escenario más pesimista se basa en un receso de 12 meses en el turismo internacional, lo que costaría alrededor de 3,3 billones de dólares o el 4,2% del PIB mundial.
El turismo es la columna vertebral de las economías de muchos países con un valor que se ha más que triplicado de 490.000 millones a 1,6 billones en los últimos 20 años, según la Organización Mundial del Turismo. Pero el COVID-19 lo ha detenido, causando graves consecuencias económicas a nivel mundial”, asegura la citada Conferencia.
Un salvavidas para millones de personas
Las medidas de bloqueo predominantes en algunos países, las restricciones de viaje, las reducciones en el ingreso disponible de los consumidores y los bajos niveles de confianza podrían ralentizar significativamente la recuperación del sector.
A pesar de que el turismo se reinicia lentamente en un número creciente de países, permanece estancado en muchas naciones.
“Estas cifras son un claro recordatorio de algo que a menudo parecemos olvidar: la importancia económica del sector y su papel como salvavidas para millones de personas en todo el mundo”, dijo la directora de comercio internacional de la Conferencia, Pamela Coke-Hamilton.
“Para muchos países, como los pequeños estados insulares en desarrollo, un colapso en el turismo significa un colapso en sus perspectivas de desarrollo. Esto no es algo que podamos permitirnos”, agregó.
Los países en desarrollo podrían sufrir las mayores pérdidas de PIB. Jamaica y Tailandia se destacan, perdiendo 11% y 9% del PIB, respectivamente, en el escenario más optimista y hasta un 32% y 18%, respectivamente en el más pesimista. Otros puntos críticos de turismo como Kenia, Egipto y Malasia podrían perder entre el 3% y el 10% de su PIB.
Los más perjudicados en América Latina
Entre los países de la región, la Republica Dominicana será probablemente la más perjudicada con una caída del 5% de su PIB, o 4369 millones de dólares, en el escenario más benigno y el 16% del PIB, o 12.939 millones de dólares en el más extremo.
Colombia también puede ver disminuir su PIB entre el 2% y el 4% según los distintos modelos, mientras que Ecuador, México y Argentina pueden caer entre el 1% y 4%.
España entre los más afectados de Europa
Pero el sector turístico en muchas naciones ricas también sentirá la presión. Según los pronósticos de la UNCTAD, los destinos populares de Europa y América del Norte, incluidos Francia, Grecia, Italia, Portugal, España y Estados Unidos, podrían perder miles de millones de dólares debido a la dramática caída del turismo internacional.
Croacia es el caso más extremo en Europa, ya que puede ver disminuir su PIB entre un 8% en el mejor de los casos, y un 16% en el peor. Portugal anotará una caída de entre el 6% y el 15% y Grecia entre el 4% y el 13%.
En el continente les sigue España, cuyo PIB puede ceder un 3%, o 44.119 millones de dólares, en un escenario optimista y hasta un 9%, o 129.122 en el pesimista.
Impacto en otros sectores, los empleos y los salarios
Los viajes y el turismo representan una parte significativa del PIB mundial y más de la mitad del ingreso nacional de muchos países.
Las pérdidas inducidas por el coronavirus en el turismo tienen un efecto secundario en otros sectores económicos que suministran los bienes y servicios que los viajeros buscan mientras están de vacaciones, como alimentos, bebidas y entretenimiento.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo estima que por cada millón de dólares perdido en ingresos por turismo internacional, el ingreso nacional de un país puede disminuir entre dos y tres millones.
La caída masiva de las llegadas de turistas también ha dejado a un número creciente de trabajadores calificados y no calificados desempleados o con menos ingresos.
Las estimaciones muestran que en los países más afectados, como Tailandia, Jamaica y Croacia, el empleo para los trabajadores no calificados podría disminuir en tasas de dos dígitos, incluso en el escenario más moderado.
En el caso de los salarios de los trabajadores calificados, las caídas más pronunciadas se observaron en Tailandia, alrededor del 12%; Jamaica, con un 11%; y Croacia, con un 9%, en el caso optimista, duplicando o triplicando en el peor de los casos.
Las mujeres la más afectadas como empresarias y trabajadoras
Los efectos podrían ser particularmente negativos para las mujeres, que se espera se vean desproporcionadamente afectadas por los despidos en el turismo debido a COVID-19, según el informe.
Las mujeres son más propensas que los hombres a ser empresarios en el turismo y representan alrededor del 54% de los trabajadores en los sectores de alojamiento y servicios de alimentos.
Y debido a que muchas mujeres en el sector trabajan informalmente en trabajos poco calificados, es menos probable que tengan beneficios de desempleo u otras redes de seguridad.
“Es por eso por lo que las mujeres son particularmente afectadas en esta crisis. Y es por eso que las políticas que ayudan a proteger el sector también protegen el empoderamiento económico por el que muchas de estas mujeres han luchado durante mucho tiempo”, dijo Coke-Hamilton.
Apoyo a la recuperación de los afectados
La ONU pide una mayor protección social en las naciones afectadas para evitar las peores dificultades económicas para las personas y las comunidades que dependen del turismo.
Insta a los gobiernos a proteger a los trabajadores. Cuando es improbable que algunas empresas se recuperen, los subsidios salariales deberían diseñarse para ayudar a los trabajadores a trasladarse a nuevas industrias.
Los gobiernos también deberían ayudar a las empresas turísticas que corren el riesgo de quiebra, como los hoteles y las aerolíneas. Un enfoque para la ayuda financiera son los préstamos o subvenciones a bajo interés, según el informe.
Además, la Conferencia sobre Comercio y Desarrollo pide a la comunidad internacional que apoye el acceso a la financiación para los países más afectados.