Por: Alejandra Jiménez García
La UNICEF estima que, en México, el 62% de los niños y niñas han sufrido maltrato en algún momento de su vida; 10% de los niños estudiantes han sufrido algún tipo de agresión física en la escuela; 5.5% ha sido víctima de violencia sexual, y un 16% sufre violencia emocional.
De acuerdo a las cifras dadas a conocer por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en el trienio 2015-2018 las agresiones sexuales contra menores de edad se incrementaron en un 39 por ciento al pasar de 2 mil a 2 mil 919 casos, es decir, un promedio mensual de 80 abusos sexuales.
Esta cifra se disparó durante el primer trimestre del 2019 al pasar a 837 casos de abuso sexual, es decir casi 300 casos cada mes. Es decir, que en tiempos más recientes los niños y las niñas quedaron expuestos a los abusos sexuales, sobre todo porque las estadísticas refieren que los abusadores son personas cercanas a la familia.
Información de la ONU, indica que México se ubica en el sexto lugar en América Latina, al tener un alto número de homicidios de menores; tan solo en los últimos casi 25 años, murieron asesinados diariamente dos niños o adolescentes, menores de 14 años.
De acuerdo el último informe anual Unicef México, este país ha logrado mejorar sus índices en el acceso a la educación básica, sin embargo, los problemas más grandes a los que se enfrentan los niños, niñas y adolescentes son la situación de pobreza extrema, mortalidad infantil y materna en comunidades marginadas, inequidad por ingreso, origen étnico y género.
Es necesario considerar que, dentro de las prioridades de la sociedad, resaltan las acciones de Gobierno en favor de la niñez. Debemos evitar que, por una mal entendida política de austeridad, se cancelen los programas y leyes que han demostrado su eficiencia en apoyo a los niños y niñas. la política de austeridad prácticamente dejó expuestos a miles de niños y niñas de México.
En México la pornografía infantil y el abuso sexual de menores es asunto de escándalos y no se atiende como fenómeno del crimen organizado en el que la presunta complicidad de las autoridades es elemento clave. Los antecedentes de impunidad que caracterizaron a las administraciones pasadas en casos como los de Marcial Maciel, quien fuera líder de los Legionarios de Cristo, e incluso las denuncias contra la presunta complicidad del entonces cardenal Norberto Rivera, tomaron años para tener consecuencias penales, que hoy en día siguen siendo insuficientes.
Las comunidades marginadas presentan múltiples necesidades, los indígenas se encuentran entre los grupos más vulnerables en México, la desigualdad que existe y los más afectados son los más pequeños e indefensos. En las localidades rurales con menos de 15,000 habitantes, la falta de ingreso afecta a 60.8% de la población, mientras que, en zonas urbanas, tan solo un 39.8% padece algún tipo de necesidad.
En 2008, mientras el 44.2% de la población total vivía en condiciones de pobreza multidimensional, para los niños, niñas y adolescentes esta cifra ascendió a 53.5%.
El tema de la violencia es un gran problema social, pues la Unicef revela que entre 55 y 62% de los niños en México ha sufrido maltrato en algún momento de su vida, 7 de cada 10 jóvenes viven o han vivido violencia en su noviazgo. Durante los últimos años, México se ha enfrentado a un incremento de la violencia infantil, no hay pruebas de que esas tasas estén disminuyendo. Las agresiones contra los niños, aumenta cuando son pequeños, pues son más vulnerables a ser lastimados, aún si la violencia es emocional.